COMUNICANDO URL: mayo 2010

Por Nathalie Ortíz Cardona
En gran parte de la primera mitad del siglo XX, no se veía un gran interés por estudiar la memoria hasta que unos conductistas estudiaron la conducta verbal que tenía que ver con el aprendizaje y asociaron pares de palabras que no tenían sentido pero que la primera representaba el estímulo y la segunda la respuesta. Fue así como se empezaron a interesar por su análisis y estudio. En 1950, ésta se volvió un tema integral y de gran importancia. La memoria y el aprendizaje van ligados y uno no puede existir sin el otro. Estos sobresalieron desde que la psicología se estudió como ciencia. Entonces, para Blakemore ésta se define así: “En el sentido más amplio, el aprendizaje es la adquisición de conocimiento y la memoria es el almacenamiento de una representación interna de tal conocimiento.” Se considera que Hermann Ebbinghaus fue el que tomó la decisión de comenzar el estudio experimental de la memoria.

Definiremos más concretamente lo que es la memoria y el aprendizaje. Técnicamente, la memoria humana es la función cerebral resultado de conexiones sinápticas entre neuronas mediante la que el ser humano puede retener experiencias pasadas. Los recuerdos se crean cuando las neuronas integradas en un circuito refuerzan la intensidad de las sinapsis. (http://es.wikipedia.org/wiki/Memoria_humana). La diferencia entre aprendizaje y memoria es que aprendizaje es lo que comprendemos, entendemos y luego actuamos debido a nuestra experiencia pasada y memoria es lo que nos ayuda a recordar eso que aprendimos y con ello nos beneficiamos de nuestra experiencia ya que así no volvemos a cometer el mismo error.

Hay distintas fases de memorización. Desde el momento en que recibimos alguna información o vivimos un hecho se lleva un proceso para que eso se quede grabado en nuestra memoria. De primero tenemos la comprensión que no es más que entender lo que nos dijeron o leímos. Luego, la fijación es hacer que lo escuchado o leído se quede permanentemente en nuestro cerebro y esto se logra por medio de la repetición. Además, la conservación depende del estímulo que es el motivo por el cual queremos guardar el recuerdo permanentemente, la concentración que sin ella no entenderíamos y tendríamos el contexto de lo que estamos aprendiendo, el interés ya que si es algo que no nos importa simple y sencillamente no lo captamos y por último el entrenamiento de la persona que dependerá la manera en que se memoriza y su agilidad mental para aprenderlo, la evocación que es decir, repetir y sacar a la luz lo que se aprendió para ver si fue almacenado correctamente y el reconocimiento que es comparar lo que sabíamos antes con lo nuevo que aprendimos para observar si hubo un avance significativo y no fue en vano.

Imaginémonos una vida en la que no supiéramos que sucedió en el minuto que acaba de pasar, que no tuviéramos objetivos ni metas porque ni siquiera sabemos lo que estamos viviendo. ¡Qué desorden sería nuestra vida!

Es tanta la capacidad de nuestro cerebro que se dice y calcula que puede almacenar información que llenaría una biblioteca de las grandes con más de unos veinte millones de volúmenes. Poseemos tantas capacidades que depende de nosotros mismos explotarlas y las limitaciones están en nuestro interior ya que nada es imposible en esta vida. Como podemos observar, nuestro cerebro posee tanta capacidad y no la aprovechamos ya que al final, se dice, que lo único que terminamos utilizando es la diesmilésima parte del potencial de nuestro cerebro.

Con tanta capacidad que poseemos, aprovechémosla de la mejor manera, para ayudar no solo al progreso de nuestro país, sino también, de nuestra familia, amigos y para sí mismo.

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Comunicando

jueves, 6 de mayo de 2010

La Memoria

miércoles, 5 de mayo de 2010

Senda

Un beso tuyo